Meneando sus caderas con todo su esplendor, dos gigantonas a gran escala engalanan con su enormes proporciones el desfile de la Gran Parada de Tradición.

Después del fallecimiento de su padre, Jorge Altamiranda, el legado de la tradición quedó en manos de su hijo, llamado también Jorge, quien no podía dejar de asistir a esta cita en homenaje a su padre, en el puesto número 152 del recorrido.

En marzo del año pasado, a los 95 años falleció Jorge Altamiranda, creador del célebre disfraz colectivo que primero descrestó con sus muñecas los desfiles en el Paseo Bolívar.

"Para nuestra familia ha sido muy triste la partida de mi padre. Este año fue muy duro entrar a su taller, en el bulevar del barrio El Carmen y verlo vacío sin su presencia, pero aquí estamos retomando su trabajo",  dijo a Zona Cero, su hijo Jorge.

Este año los herederos de su legado crearon dos muñecas de cuatro y cinco metros de alto con su vestuario y enormes aretes.

"Cómo siempre decía mi padre haciéndole un homenaje a la mujer venimos con la gigantona cumbiambera afrodescendiente y la gigantona juniorista", detalló Jorge.

Este año el disfraz contó con ciertos inconvenientes para acceder a los recursos, pero finalmente el Distrito los apoyó.

"Casi no salimos este año, pero con la ayuda del Distrito y de Carnaval nos asignaron una ayuda", aseguró el hacedor.

Es así como el único hijo varón de Altamiranda se quedó con el disfraz colectivo que diseñó su padre en el Carnaval de 1939.

"El próximo año esperamos salir con otras gigantonas, pero este año quiero que mi padre vea a sus gigantonas desfilando desde el cielo", concluyó Jorge, en medio de lágrimas.

El disfraz colectivo es uno de los más aplaudidos en la Gran Parada de Tradición.